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dissabte, 26 d’octubre del 2019

QUÈ ESTEM CONSTRUINT? (V). FRUSTRACIÓ


La reacció, a voltes amb força violència, viscuda a Catalunya desprès de la Sentencia del Tribunal Suprem del judici del procés ha generat anàlisis de tots colors i orientacions polítiques. En aquest sentit, estic molt d’acord amb l’article que publica avui, a La Vanguardia, el professor Manuel Castells: Explosiones sociales

 
El professor Castells va més enllà del bucle sense fi del procés i de les relacions entre Espanya i Catalunya. I en aquest cas, situa en primer pla la frustració política de tota una generació:

“...Hace más de una década se aprobó un nuevo Estatut d’Autonomia en los parlamentos catalán y español y fue refrendado por una gran mayoría de ciudadanos catalanes. Tras lo cual, entre el PP y un Tribunal Constitucional ideológicamente anclado en el nacionalismo español hubo una regresión de la autonomía. Como reacción surgió un movimiento independentista espontáneo, al cual se apuntaron los partidos catalanistas por intereses electorales. Fueron desbordados por opciones políticas más coherentes, aunque pudieran considerarse utópicas, empujando al independentismo político a la organización de un referéndum fuera de la instituciones españolas. Fue pacífico y masivo, aunque sólo participó la mitad de la población. La represión fue violenta por parte del gobierno español, apoyado por la mayoría de los partidos y jaleado por muchos medios de comunicación.
Lo que empezó como un proceso gradual de redefinir pacíficamente las relaciones entre Catalunya y España desembocó en confrontación. En ese contexto, la desmesurada e injusta sentencia de unos jueces nombrados por un Consejo General del Poder Judicial designado por componenda política ha indignado a una mayoría de la población catalana, incluso a aquellos que no somos independentistas. Era de esperar la reacción que se ha producido, pacífica y masiva en su inmensa mayoría, violenta y minoritaria en algunos sectores radicalizados, como suele ocurrir en toda gran protesta social. Esta violencia es condenable éticamente y contraproducente políticamente. Pero hay que entenderla en lugar de demonizarla y tratarla como un problema de “orden público”. Porque si no se abordan las raíces de la violencia, resurgirá. Y las heridas profundas en la sociedad catalana harán ingobernable el Estado español. No se trata de infiltrados y provocadores, aunque los haya (algunos de ellos probablemente fascistas y policías), sino de miles de jóvenes catalanes que, como dijo una de ellas, han visto como pegaban a sus abuelos el 1 de ­octubre y quieren ponerse en primera línea. Cuantas más jóvenes apaleen, cuantos más nuevos presos políticos haya, más se irá ­creando una reserva de rauxa que se expresará de mil formas. Y cuanto más se culpe a los anarquistas, más anarquistas aparecerán, porque es la ideología de oposición al Estado autoritario.
La fuente de esa violencia puntual es la frustración política de toda una generación que se siente traicionada no sólo por el Estado español sino por los propios dirigentes del independentismo político que los lanzaron a la calle y ahora acusan a misteriosos agentes extranjeros, olvidando que en Barcelona viven muchos jóvenes extranjeros que creen en la ciudadanía europea. Es vergonzoso tirar la piedra y esconder la mano. Pero lo más grave es, como escribía recientemente el semanario alemán Stern, la incapacidad congénita de los políticos españoles para negociar. Ni para una investidura de gobierno ni para encontrar fórmulas de solución para un conflicto que afecta fundamentalmente la convivencia en el país. Porque sin negociación el Estado de derecho se reduce al derecho del Estado....”.

Efectivament, traïció i incapacitat de diàleg i negociació per totes bandes. Frustració.


1 comentari:

  1. Dos reflexiones, que me temo el Sr. Castells no ha tenido en cuenta:

    https://filosofiacriticaposmoderna.blogspot.com/2020/07/recurso-previo-de-anticonstitucionalidad.html

    Recurso previo de anticonstitucionalidad, un choque de legitimidades que duró 30 años.


    https://filosofiacriticaposmoderna.blogspot.com/2020/07/rompe-la-baraja-el-tribunal.html

    ¿Se imaginan ustedes una España sometida a una justicia confederada (como de hecho lo es la europea) en lugar de una que preserve unidad de criterio por casación, estés donde estés en el territorio español?

    La STC 31/2010 estableció en su respuesta que la organización autonómica del Estado declarada en la CE determina que nada puede disponerse en los Estatutos de Autonomía sobre la ordenación de las instancias procesales, órganos judiciales, jurisdicción o ejercicio.


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